domingo, 11 de mayo de 2008

El Papa y los 7 enanitos

Los siete enanitos están de viaje por Europa, y han llegado a Roma. Ya que andan por ahí, piden audiencia para hablar con el Papa, y se la conceden.

Éstos ingresan a la sala de audiencia, encabezados por Gruñón. El Papa los saluda:

- Queridos hermanos, ¿Queréis preguntarme algo? ¿Hay algo que os inquiete?

Gruñón se adelanta:

- Disculpe Santidad, queríamos saber si en Roma hay monjas enanas.

El Papa responde sorprendido:

- Pueees... no, en Roma no hay monjas enanas.

Se oyen algunas risitas y murmullos entre los enanitos. Gruñón mira hacia atrás molesto, y todos callan. Vuelve a preguntar:

- Y en Europa ¿No hay monjas enanas?

El Papa responde nuevamente, con santa paciencia:

- No, querido hijo, que yo sepa, en toda Europa no hay monjas enanas.

Ahora todos los enanitos se ríen, mientras que Gruñón se va poniendo colorado:

- ¿Y en el mundo? ¿En todo el mundo? ¿No hay monjas enanas?

- No, no querido hijo, seguro que en todo el mundo, no hay monjas enanas.

Los enanitos se cagan de la risa... saltan... se abalanzan unos sobre otros... se toman de las manos, y todos cantan...

Gruñón se folló un pingüino... Gruñón se folló un pingüino... Gruñón se folló un pingüino...

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