viernes, 8 de agosto de 2008

La pregunta del millón

Un hombre  llega a casa del trabajo y encuentra a sus tres hijos en el  jardín aún  con los pijamas puestos jugando en el barro, con cajas de comida  vacías y los  envoltorios de éstas esparcidos por todo el jardín.

La puerta del  coche de su mujer estaba abierta, así como la puerta de entrada de la casa y  no había señales del perro.

Cuando entró encontró aún mayor desorden..  Una lámpara caída en el suelo y la alfombra estaba arrugada contra la pared.  

En el salón la televisión estaba a todo volumen con un canal de  dibujos animados y la salita de estar estaba cubierta de juguetes y ropa.  

En la cocina la pila estaba llena de cacharros, el desayuno derramado  por la encimera, la puerta del frigorífico abierta de par en par, la comida  del perro tirada por el suelo, un vaso roto debajo de la mesa y un pequeño  montón de arena detrás de la puerta.

Inmediatamente subió las  escaleras sorteando todos los juguetes y más pilas de ropa buscando a su mujer  preocupado por si estaba enferma o la había ocurrido algo serio.

De  camino a la habitación, vio como corría el agua por debajo de la puerta del  cuarto de baño y cuando entró las toallas empapadas espuma y más juguetes  por el suelo, kilómetros de papel higiénico amontonado y pasta de dientes  untada por el espejo y las paredes.

Entro corriendo en el dormitorio y  encontró a su mujer acurrucada en la cama, en pijama y leyendo una novela.  

Ella le miró, le sonrió y le pregunto que tal le había ido el día.  

Él la miró furioso y le preguntó, - ¿Qué ha pasado hoy aquí?.  

Ella volvió a sonreír y contestó: - ¿sabes cuando vuelves todos los  días del trabajo y me preguntas

¿Por Dios, qué  coño es lo que haces todo el día?

-  Si, contestó él incrédulo.

Entonces ella contestó:

- PUES  HOY NO LO HICE.

No hay comentarios:

Publicar un comentario